En el marco del Día Internacional contra la Neumonía, la Dra. Brenda Varela, especialista en Clínica Médica y Neumonología del Hospital Alemán, explica cómo detectar los síntomas y qué medidas ayudan a reducir el riesgo de esta infección respiratoria.
La Dra. Varela señala que la neumonía es una infección respiratoria aguda que puede afectar uno o ambos pulmones, haciendo que los alvéolos se llenen de líquido o pus y dificulten la respiración. Puede ser causada por bacterias, virus u hongos, y afecta a personas de todas las edades, aunque los niños pequeños, los adultos mayores y quienes padecen enfermedades crónicas o tienen las defensas bajas son los grupos más vulnerables.
Las señales de alarma más frecuentes son la fiebre persistente, la dificultad respiratoria, los escalofríos, el decaimiento general y el dolor torácico agudo al respirar o toser. Ante estos síntomas, no automedicarse y acudir al Centro de Emergencias (Beruti 2557) de manera inmediata: el diagnóstico temprano mejora notablemente la evolución del cuadro.
Brenda agrega que existen factores que pueden agravar la enfermedad, como el tabaquismo, el consumo de alcohol y las enfermedades crónicas (como diabetes, EPOC, asma o cardiopatías). En estos casos, la neumonía puede tener un curso más severo y requerir internación o cuidados intensivos.
La vacunación cumple un rol fundamental en la prevención. Las vacunas reducen la incidencia, las complicaciones, las secuelas y la mortalidad por esta afección. En los adultos mayores se recomiendan las vacunas neumocócicas, que ofrecen una protección más amplia, mientras que en los niños menores de 5 años la vacunación es esencial, porque las vacunas contra Haemophilus influenzae tipo b y el neumococo forman parte del Calendario Nacional de Vacunación y protegen a los más pequeños.
Además de la inmunización, existen hábitos cotidianos que ayudan a disminuir el riesgo de contagio, sobre todo en los meses fríos:
Desde el Hospital reafirmamos nuestro compromiso con la prevención. La neumonía es una enfermedad seria, pero también prevenible. Informarse, vacunarse y consultar a tiempo sigue siendo la mejor manera de protegerse.