julio 2025

Pausas activas

Un momento para tu cuerpo.

Hasta hace algunos años, hablar de “pausas activas” no era común. Fue a partir de la pandemia y del cambio en nuestras rutinas que empezamos a notar cuánto necesitábamos movernos, aunque sea unos minutos. Así, este concepto comenzó a difundirse como algo importante para cuidar el cuerpo, despejar la mente y reconectar con uno mismo.

Pausas activas

En este contexto, el Lic. Mauro Alejandro Anderi, kinesiólogo y fisiatra del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán, nos explica cómo las pausas activas se presentan como una herramienta clave para mejorar el bienestar en la vida cotidiana. “Son breves, simples y accesibles para todos. Lo mejor: no requieren equipamiento, entrenamiento previo ni un espacio específico”

¿Qué son las pausas activas?
Son breves descansos con movimientos y estiramientos que se realizan durante la jornada para prevenir los efectos negativos del sedentarismo, reducir el estrés y mejorar la concentración. Están diseñadas para activar músculos, articulaciones y la respiración ayudando a que nuestro cuerpo no acumule tensiones ni malas posturas.

¿Cuándo las podemos hacer?
El Lic. Anderi nos explica que no se trata de hacer ejercicio intenso ni una rutina de gimnasio. Lo ideal es realizar una pausa activa cada 2 o 3 horas, especialmente si pasás mucho tiempo sentado, de pie sin moverte, o haciendo tareas con alta concentración.

Los momentos recomendados:

  • A media mañana, antes de que el cuerpo acumule tensión.
  • Luego del almuerzo, para contrarrestar la somnolencia.
  • Antes de finalizar la jornada, para relajar el cuerpo y evitar llevar el cansancio a casa.

Aunque parezca poco, 5 a 10 minutos de movimiento consciente pueden cambiar tu día.

Numerosos estudios y programas de salud han demostrado que las pausas activas tienen múltiples beneficios:

  • Previenen dolores musculares y contracturas.
  • Mejoran la circulación sanguínea.
  • Disminuyen la fatiga visual.
  • Favorecen la postura y el equilibrio corporal.
  • Reducen el estrés y la ansiedad.
  • Aumentan la productividad y la concentración.
  • Contribuyen a un mejor estado de ánimo.

¿Cómo hacer una pausa activa?
No necesitás más que unos minutos, una silla y tu propio cuerpo. Acá te dejamos algunos consejos básicos para empezar:


Estiramiento de cuello

Girá suavemente la cabeza hacia un lado, mantené unos segundos, y luego hacia el otro.

Hombros

Subí y bajá los hombros varias veces o hacé círculos hacia adelante y hacia atrás.

Brazos y muñecas

Estirá los brazos hacia adelante, mové las muñecas en círculos, sacudí las manos.

Espalda

Sentate derecho, estirá los brazos hacia arriba y elongá suavemente.

Piernas

Si estás sentado mucho tiempo, levantate, caminá unos pasos o hacé flexiones suaves de rodilla.

Respiración

Cerrá los ojos y respirá profundamente durante un minuto. Inhalá por la nariz y exhalá lentamente por la boca.

Lo importante es hacerlo con conciencia, sin apuro, prestando atención a las sensaciones del cuerpo y respetando siempre tus propios límites.

No importa dónde estés, ni tu edad, ni tu estado físico: siempre podés regalarte unos minutos para vos. Y vos… ¿ya hiciste tu pausa activa hoy?