Con las manos en la masa

Cómo hacer pan casero sin sal

Ingredientes:

+ 350 gr. de agua
+ 20 gr. de levadura seca
+ 600 gr. de harina 0000

 

Instrucciones:

1/ En un bowl, mezclar el agua con la levadura. Remover hasta que no quede ningún grumo.
2/ Añadir la harina y amasar unos minutos, hasta que la masa se despegue bien. No debería llevarte más de 5 minutos.
3/ Tapar con un trapo húmedo y dejar que la masa levante durante una hora.
4/ Pasado ese tiempo, volver a amasar unos minutos.
5/ En la bandeja del horno, poner papel manteca, y disponer bollos del tamaño que más te guste, bien separados para que cuando crezcan en el horno no se unan.
6/ Hornear a 210 grados durante 20 minutos.

Cómo hacer vainillas en casa

Ingredientes:
+ Yemas 4
+ Claras 4
+ Azúcar 100 gr.
+ Harina 0000 100 gr.
+ Esencia de vainilla
+ Azúcar impalpable

 

Instrucciones:

1/ Batir las yemas con 30 grs de azúcar y la esencia de vainilla.
2/ Por otro lado, batir las claras a nieve con el resto del azúcar.
3/ Agregar la harina intercalada con el merengue en tres partes con movimientos envolventes.
4/ Poner la preparación en una manga y armar las vainillas sobre una placa enmantecada.
5/ Espolvorear con azúcar impalpable, rociar con agua y hornear a temperatura alta por 10 a 12 minutos.

ALIMENTACIÓN PRE TRASPLANTE

 

Un trasplante de cualquier órgano requiere de un gran estrés quirúrgico. Sumado a esto, los pacientes cursan una enfermedad crónica prolongada que lleva muchas veces a una pérdida de peso corporal y masa muscular.

El objetivo principal antes de un trasplante es que el paciente llegue con el MEJOR ESTADO NUTRICIONAL, controlando los síntomas de la enfermedad y principalmente optimizar los resultados post trasplante.

Las pautas de alimentación van a variar según el tipo de trasplante:

 

En el PRE – TRASPLANTE MÉDULA: 

El tratamiento con quimioterapia puede producir algunos efectos secundarios que dificulten la alimentación. El objetivo principal es que el paciente tenga un buen estado nutricional manteniendo o recuperando si es necesario el peso corporal, para todo el tratamiento oncológico que debe afrontar. Se debe proveer de una ALIMENTACION SALUDABLE y variada que incluya todos los grupos de alimentos (hidratos de carbono, proteínas y grasas, vitaminas y minerales). Este plan debe ajustarse a la sintomatología del paciente, ayudando a tolerar y asimilar los alimentos.

 

En el PRE TRASPLANTE HEPÁTICO

En este caso, la situación nutricional de los candidatos a un trasplante hepático se encuentra, en la mayoría de los casos, dentro del rango de desnutrición (bajo peso o pérdida de peso habitual) propios de la enfermedad. Es muy importante lograr un estado nutricional óptimo antes del trasplante. Las características del plan nutricional son:

  • Fraccionar la alimentación diaria en 6 comidas de poco volumen.
  • Comer cuando tenga apetito, aunque no sea la hora de comer.
  • Reforzar cada comida con calorías y proteínas, incorporando quesos, salsa blanca, huevo, mermelada o dulces.
  • Controlar los alimentos ricos en sodio (sal):  Cocinar sin sal, utilizar condimentos para realzar el sabor de las comidas, evitar los alimentos muy salados como fiambres, embutidos, chacinados, quesos duros, caldos concentradas, productos de copetín como papas fritas, chizitos, palitos
  • No consumir alcohol.
  • Si no se logra mantener el peso y un correcto estado nutricional, se indicarán suplementos nutricionales de acuerdo a las necesidades de cada paciente

 

En el PRE – TRASPLANTE RENAL:

Estos pacientes deben mantener la función renal dentro de los valores esperados. Dicho objetivo se cumple en parte, con la alimentación. Algunos ya se encuentran realizando diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal). Las características del plan nutricional son:

  • Recuperar o mantener el peso corporal y la masa muscular, esto se logra consumiendo alimentos de alta densidad energética (que sean altos en calorías), y aumentar el fraccionamiento de las comidas en 4 comidas principales y al menos 2 colaciones.
  • Controlar los alimentos ricos en sodio (sal):  Cocinar sin sal, utilizar condimentos para realzar el sabor de las comidas, evitar los alimentos muy salados como fiambres, embutidos, chacinados, quesos duros, caldos concentradas, productos de copetín como papas fritas, chizitos, palitos. Elegir pan y galletitas sin sal.
  • Si el médico y/o nefrólogo indica controlar los líquidos consumidos, se recomienda evitar alimentos con alta cantidad de agua como helados, gelatinas, sopas y licuados. Medir la cantidad de agua consumida con una botella de medio litro y de acuerdo a eso calcular la cantidad consumida según prescripción médica.
  • Muchos pacientes cursando esta enfermedad son diabéticos, por ende, es importante restringir los alimentos ricos en hidratos de carbono simples: azúcar, miel, mermeladas o dulces compactos (elegir dietéticos), golosinas, facturas, entre otros.
  • Es importante la ingesta de grasas de buena calidad: aceites vegetales y evitar fritos, manteca, crema de leche, entre otros.
  • Si no se logra mantener el peso y un correcto estado nutricional, se indicarán suplementos nutricionales de acuerdo a las necesidades de cada paciente.

 

En el PRE – TRASPLANTE CARDÍACO:

Se debe proveer una alimentación de alta densidad calórica (rica en calorías), alta en proteínas (carne, pollo, pescado, cerdo, seleccionando cortes magros), vitaminas y minerales.

Es importante la restricción de sodio (sal) y líquido para no generar mayor sobrecarga al aparato cardiovascular.

El paciente suele tener poco apetito y saciedad precoz, por lo tanto, las comidas deben ser frecuentes, de poco volumen (porciones de chicas a medianas) y nutritivas, tratando de incluir todos los macronutrientes en cada una de ellas.

Se hará un fraccionamiento aumentado, 4 comidas principales y 2-3 colaciones alejadas de las comidas principales.

En el caso de que el paciente no logre mantener el peso, está indicado la utilización de suplementos nutricionales orales o nutrición enteral.

 

Lic. Patricia Souza MN 5867 Lic. Maria Cecilia Cricelli M.N 5470

ALIMENTACIÓN POST TRASPLANTE

 

El objetivo de la alimentación en el post trasplante es lograr una recuperación de la cirugía y mantener o recuperar un estado nutricional óptimo. Hay que tener en cuenta que una adecuada alimentación es parte del tratamiento.

Es fundamental realizar una ALIMENTACIÓN SALUDABLE, por ello es importante que consumir los distintos nutrientes que componen los alimentos, estos son los llamados hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua.

Por otra parte, se debe tener en cuenta que luego del Trasplante las defensas están muy bajas por el uso de los inmunosupresores, por este motivo hay más riesgo de enfermarse. La alimentación puede ser causa de infecciones alimentarias y debemos prevenirlas.

Las pautas de alimentación van a depender del tipo de trasplante y de la evolución propia de cada paciente, pero en líneas generales:

 

Para el post trasplante inmediato: Como se mencionó, es una etapa de mucha demanda de calorías, proteínas y nutrientes para el organismo y es muy importante brindarlos a través de una alimentación saludable con alto aporte calórico y proteico. Al mismo tiempo está indicada una dieta de baja carga bacteriana (respetar pautas higiénicas para la compra, preparación y conservación de alimentos, consumir alimentos cocidos, elaborados en el hogar) ya que los pacientes están inmunosuprimidos por la medicación.

 

Para el post trasplante tardío. En esta etapa lo importante es mantener un adecuado peso corporal a través de ALIMENTACIÓN SALUDABLE y actividad física.

Después del trasplante suele haber ganancia de peso y alteraciones metabólicas como glucemia elevada, dislipidemias (alteración de las grasas de la sangre como por ejemplo el colesterol, los triglicéridos), hipertensión arterial, etc. Esto se debe en parte a que el paciente come más, ya que muchas de las restricciones de la enfermedad previa no son necesarias. Y también a la medicación indicada. Hay que hacer mucha educación en este aspecto ya que todas estas alteraciones metabólicas influyen de forma negativa en los resultados del trasplante a largo plazo.

En el caso del trasplante renal hay que cuidar el aporte proteico y de sodio para no sobrecargar al nuevo riñón.

Debemos recordar que es importante en todo el tratamiento tanto pre y post trasplante la consulta con el Licenciado en Nutrición, que es el profesional competente para realizar un plan de alimentación individualizado y adecuado a la situación de cada paciente.

 

Lic. Patricia Souza MN 5867 Lic. Maria Cecilia Cricelli M.N 5470